‘La taberna’ apareció por vez primera en 1877 y constituyó el primer gran éxito del novelista y una importante inyección económica. El autor se convirtió en una celebridad literaria y a su alrededor se agruparon una serie de escritores que se decían discípulos suyos. Definida por el propio Zola como “una obra de verdad, la primera novela sobre el pueblo que no miente y que huele a pueblo”, es una tremebunda historia ambientada en el mundo obrero que presenta la destrucción de un hombre por el alcohol. Narra la vida de Gervais, una mujer casada con un vividor –Lantier- que la engaña y acaba abandonándola por otra mujer. La protagonista, sola, con hijos que alimentar y en la pobreza, trabaja en lo que puede hasta que se casa con un antiguo conocido, Coupeau, que está enamorado de ella. Todo parece marcharles aceptablemente hasta que el marido tiene un accidente laboral. Éste cambia la vida de Coupeau: se entrega a la bebida y, con ello, va abandonando el trabajo, entrando en una progresiva degradación. Entretanto, Gervais ha cumplido su sueño de tener una pequeña tienda propia y con ella mantiene a la familia. Su marido, que era una buena persona, honrado y trabajador, continúa su decadencia. Entonces reaparece Lantier, que no puede traer nada bueno. Y así es, en efecto. Curiosamente, se hace amigo de Coupeau, al que termina de degradar, e intenta recuperar a Gervais, quién lo rechaza. Pero el hundimiento definitivo de su marido la arrastra a ella, que, desde entonces, alterna con él de taberna en taberna.
En el París febril y deslumbrante del Segundo Imperio todo el mundo habla de Naná, la nueva estrella del Teatro de Variedades. Su atractivo es irresistible, su ambición, enorme, pero más allá del brillo de la vida mundana se ocultan también la miseria, el sufrimiento y las tragedias personales. Símbolo de la decadencia de la Francia de su época, Naná es también el prototipo de la mujer fatal y de la cortesana sin escrúpulos sentimentales.
El maquinista Etienne Lantier llega al pueblo minero de Montsou en busca de trabajo. Lleno de indignación ante la miseria que rodea el mundo de las minas, promueve la lucha contra la Compañía alzándose en cabecilla de una protesta que acabará convirtiéndose en un torrente de violencia devastadora. Emile Zola (1840-1902) quiso escribir en %13Germinal%13 una novela social que describiese la lucha del trabajo frente al capital. En ella recoge, de una forma descarnada y negra, ese mundo sombrío y mísero que estalló en las revueltas obreras del último tercio del siglo xix.